Me contaba hace unos días un compañero que le habían pedido recomendación sobre cómo empezar a programar. Como es una conversación bastante recurrente, me apetece escribir sobre el tema y asegurar mi commit de hoy en GitHub.
Esta pregunta nos la hacemos antes de empezar pero también posteriormente, buscando en los demás confirmación de que nuestras decisiones son las correctas.
Yo tengo muy claro que lo más importante al empezar es disfrutarlo. También tiene que ser rápido o se hará cuesta arriba. No es tan relevante si los primeros pasos se dan con un lenguaje u otro. La mayoría de conceptos serán comunes o al menos aprovechables.
Por dónde empezar
Si me pidieras consejo en este tema, lo primero que te preguntaría es qué quieres hacer. A dónde quieres llegar. Como las posibles respuestas son infinitas, voy a agruparlas en dos:
- Tienes un objetivo concreto.
- Quieres trabajar como programador.
En el primer grupo, lo lógico es remar en línea hacia tu meta y “soltar peso”. Aprender lo que necesitas y descartar lo que no. Estar en este grupo es un privilegio. Te dejo a ti concluir si te lo puedes permitir o no.
En el segundo, no sabes qué acabarás haciendo exactamente. Más o menos, te tienes que preparar para “todo” dentro del puesto de trabajo al que aspiras. En el caso del desarrollo web, no decidirás tú qué web hacer y probablemente tampoco qué tecnologías usar. Tu habilidad más importante será la de aprender y adaptarte rápido aunque no lo hagas tan en profundidad como podrías hacer con un objetivo más definido.
Al principio del todo, mi recomendación es la misma para cualquiera: La primera toma de contacto, con JavaScript. Después, recomendaría al segundo grupo seguir conociendo la web.
Escribir unas líneas de JavaScript es sencillo y podrías hacerlo sin instalar nada. Puede que sólo lo uses para aprender y probar cosas básicas. Pero incluso si decides profundizar más o aprender también HTML y CSS, no será tiempo desperdiciado. Más allá de la web, el mundo tiende a utilizar estas tecnologías u otras que las imitan en cualquier tipo de aplicación que requiera interfaz gráfica. Más allá de esto, cada vez cuesta más imaginar aplicaciones que se ejecuten completamente en local.
¿FP es una buena opción?
Ya centrándonos en el segundo grupo, sí. FP es una buena opción si quieres conseguir trabajo. Pero tienes que tener muy claro por qué entras y lo que te aportará para no acabar haciendo cosas sin sentido dejándote llevar por el ego. Aquí hablo de FP como medio para acceder al mercado laboral. No como medio para aprender a programar o sentirte realizado.
Conozco dos de los cliclos formativos disponibles en España. El de Desarrollo de Aplicaciones Web (o DAW) y el de Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma (o DAM). Ambos tienen desventajas. Serás menos feliz tras DAM porque acabarás trabajando con Java. Serás una persona muy desgraciada. Tu única escapatoria será un buen harakiri a tiempo. Por otro lado, tras DAW, el golpe de realidad será mayor al ver que lo que te han enseñado es viejísimo y ya nadie lo usa. La web evoluciona más rápido así que los contenidos del ciclo están más obsoletos. Aun así, recomiendo el de Web. Hay más trabajo, muchas veces más fácil y te prepara mejor para todos los escenarios posibles.
No es una decisión crítica porque tú no esperas aprender a programar en FP. Tendrás que aprender por tu cuenta mientras, aparte, apruebas exámenes para llegar a las prácticas. Porque las prácticas funcionan. Las empresas aceptan programadores de prácticas porque buscan talento. Es una forma segura de conseguir, al menos, una primera oportunidad.
No caigas en la tentación de pretender cursar los dos ciclos por ser un programador mucho más completo o alguna película similar. Que tengan el primer año común tiene utilidad: si no te contratan en las primeras prácticas, aun puedes conseguir una segunda oportunidad. Pero ya está. Si quieres seguir aprendiendo, avanzarás más por tu cuenta. Y si tienes energía para más formación reglada, continúa en la universidad.
Las prácticas
Tienes que entender que el título de FP no es importante. Nunca, nadie, te lo va a pedir. Al aprobar todos los módulos, tendrás que cursar las prácticas mientras haces el proyecto de fin de grado. Un proyecto al que se supone que tienes que dedicar 30 horas pero eso es absurdamente false. Nunca conseguirás un mísero 6 con tan poco tiempo. Especialmente porque siempre habrá en tu clase quien dedique 300 a un súper proyecto y marque lo que es un 10. Esto da para otra entrada… Avanzo…
La cuestión es que cuando empieces las prácticas, esa es la prioridad. Demostrar a la empresa que sacas trabajo adelante. No puedes gastar tiempo en el proyecto si no das la talla en la empresa. Es más, si no sacas trabajo en 8 horas, tendrás que meter más de 8 horas. Si no eres capaz de hacer un proyecto justito para conseguir tu título y priorizar tu trabajo real, llegaría a recomendarte incluso que no te matricules en el módulo del proyecto. Así no desperdicias convocatorias y no te fustigas por loser. Siempre puedes hacerlo en condiciones más adelante, con más tiempo.
Otro error típico es no ser proactivo. Te sorprendería la de veces que he escuchado “no me dan trabajo que hacer”, “me tienen documentando…“. Que te quede claro que al inicio, la empresa tratará más o menos igual a todas las personas que empiecen de prácticas. Luego, en función de lo que cada uno demuestre, se le acabará asignando unas tareas u otras. En el caso de la consultoría, lo mejor que puede pasar es que entres a un proyecto en el que trates con clientes directamente. Que todo el mundo se acostumbre a ti. Lo peor, que acabes escribiendo una doc o similar para que sientas que haces algo o que directamente se olviden de ti. Se proactivo. Si no te dan tareas, búscalas. Ofrécete.
Sobre las dudas, es mejor preguntar que bloquearse. Si no preguntas y avanzas, genial. Si no preguntas y no avanzas, parecerás pasota. Preguntar no molestará a nadie y menos al principio. Seguramente la persona que te atienda ya ha tratado con gente de FP antes que contigo y sea consciente del nivel que tienes. Simplemente intenta agrupar las dudas y preguntarlas todas juntas una o dos veces al día. También, intenta no preguntar lo mismo más de una vez. Pide permiso para grabar la conversación y después, dedica un rato a documentar de forma organizada absolutamente todo. Esto es lo que marca la diferencia. Si a la primera “aprendes” (quiero decir “apuntas”) las cosas, es muy probable que te contraten. A quien te atiende le da igual si recuerdas todo o lo tienes bien documentado.